Las contraseñas son personales e intransferibles, por lo que no deben ser conocidas por nadie distinto a nosotros mismos.
Las contraseñas deben ser seguras para evitar que sean descubiertas por terceros y puedan suplantarnos la identidad. La seguridad de las contraseñas será mayor si éstas contienen caracteres alfanuméricos, mayúsculas, minúsculas y algún signo de puntación o símbolo y el total de estos caracteres debe ser al menos 8. Debe evitarse el uso de contraseñas fáciles de descifrar (del tipo 123456, password, usuario, minombre...)
Se recomienda el cambio de contraseñas cada cierto tiempo, cumpliendo siempre los requisitos establecidos en el apartado anterior.